Llegamos a Palma de Mallorca desde Madrid el viernes 13 de junio de 2008 alrededor de la 1pm. El vuelo en un mediano avión de "Iberia" fué estupendo y muy rápido, tanto que me asusté cuando apenas habíamos salido al Mediterraneo sentí que los motores de la nave cambiaron su sonido y comenzamos a descender "se jodió esto" pensé; pero no,pronto la voz de la azafata nos recomendaba abrocharnos el cinturón que estábamos descendiendo en "Son San Juan".Ver la familia fue espectacular,hacia tiempo que no la veiamos, ellos habian estado en Miami hacia mas de dos años,besos y abrazos de sobra y salimos al aparcamento donde enseguida me di cuenta de que el cambio de temperatura era grande, en Miami un calor asfixiante,aquí en Palma un friillo al que no estabamos acostumbrados, pero nada cuando había pasado una hora estábamos disfrutando de un clima espectacular.
Pese al cansancio de tantas horas de viaje dimos algunas vueltas por la ciudad de Palma, disfrutando esa venerable antiguedad y yo, al menos, ese parecido estraordinario de algunos barrios de La Habana, mi Habana que me esta prohibida. Estábamos en la calle San Vicente de Paul, bien adentro de Palma, lejos de la costa y me fascinó ver ese tipo de construcción, esos edificios pegados uno al lado del otro, gente caminando por las aceras, gente amable que no hacía mucho uso del castellano y si del catalán; todo me recordaba a los barrios habaneros del Cerro, Centro Habana, 10 de octubre; por un momento perdí la noción de donde estaba y como un dejavu pensé que estaba en la Patria que me vio nacer, Cuba.
Pero ya era demasiado, más de 12 horas de viaje, interesante pero incómodo al mismo tiempo, sin pegar un ojo pués no le perdía ni pie ni pisada a mi niñita, el cansancio nos venció y nos fuímos a dormir con la promesa de la familia de que al otro día nos iríamos a un lugar espectacular al otro lado de la isla, de eso les contaré en el próximo capítulo.
--Chao mi gente--
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