--MI HIJA EN " LA ALMUDAINA--
SAMANTHA EN LA CATEDRAL DE PALMA DE MALLORCA
-----Yo crecí en La Habana y todos sabemos que además de la cotidiana destrucción y las toneladas de aguas albañales que corren por la Habana de hoy, La Habana posee una belleza extraordinaria en lo que arquitectura se refiere, desde niño, cual un Eusebio Leal sin billete, claro está, recorría yo también mi Habana colonial, mi Palacio de los Capitanes Generales, mi Castillo del Morro, la Cabaña, donde han fusilado a tantos inocentes los castristas; la Catedral y el muro del Malecón. Como si en otra vida hubiese yo participado en la construcción de mi Habana, todo de ella me fascina y viviendo hoy en Miami, muy poco de esta ciudad me recuerda el esplendor arquitectónico colonial de La Habana, quizas el " Palacio de Vizcaya ", un palacio de mentiritas comparado con el de "El tercer cabo" ó el de " Los Capitanes Generales ".
-----Así que cuando llegué a Mallorca lo primero que quise ir a ver fué su Catedral y la Almuadina, otra sovervia construccion aledaña. Hasta el día 20 tuve que esperar para disfrutar por unas horas de este expledor y poderle mostrar a mi hija una construcción de verdad, una joya de la historia, muy parecida a las de Cuba, pero con muchos más siglos e historia. Para mi hija Samantha la visión de este mountruo de piedras fué de impacto y de la Almudaina pudo disfrutar algunos de sus pasajes y le indiqué que se acercara a una vieja pared de piedras, le diera un beso y pusiera sus oidos contra ella, para que le susurrara suavemente su milenaria historia.